¿Quién no haría todo lo que tenga a su alcance para sacarle una sonrisa a su papá?
Esta fue la primera pregunta que Jorge y Roberto Meinardi se hicieron cuando vieron el Fiat 211R que había comprado su padre, Raúl, a fines de los años '90. A partir de ese momento fue que los hermanos dedicaron casi diez años de su vida a restaurar el mítico tractor color terracota para dejarlo impecable y darle una sorpresa a su padre.
Tradición, herencia y amor por el campo caracteriza esta pasión que la familia lleva en la sangre. Son justamente estos aspectos los que los identifican y que ayudaron a forjar la esencia de lo que hoy es New Holland Agriculture.
La historia de esta familia, en la voz de Jorge, resalta la incondicionalidad y la admiración que los Meinardi tienen por el tractor antepasado de los actuales New Holland Agriculture. Conocé más sobre su curiosa historia en esta nota.
¿Cómo llegó el Fiat 211R a la familia?
El tractor lo compró mi papá, Raúl, en 1998 gracias a un amigo que le comentó que en un pueblo cercano al nuestro habían visto uno. Mi papá se fue hasta allá y habló con el dueño que, por suerte, accedió a venderlo. Así fue que pudo cumplir uno de sus mayores sueños, tener uno de los tractores terracota que él tanto admiraba de chico.
¿En qué condiciones se encontraba?
El Fiat 211R estaba muy viejo y tenía mucho uso porque trabajó durante 40 años con soja. Cuando vimos las condiciones en la que estaba decidimos restaurarlo. Mi hermano y yo buscamos por cielo y tierra los repuestos. Trabajamos durante las noches, los feriados y fines de semana. Fuimos a un montón de lugares con tal de encontrar las piezas originales que necesitaba el tractor para quedar como nuevo.
¿Cuál fue el resultado?
La idea era, en principio, hacerle una sorpresa a mi papá por sus 70 años pero no llegamos porque decidimos restaurarlo hasta el mínimo detalle. Demoramos un tiempo más para dejarlo listo. Fue así que cuando cumplió 76 años lo llamamos después de la siesta y le entregamos el tractor en perfectas condiciones, con nueva pintura, partes originales, con detalles únicos como la fecha de su cumpleaños y funcionando como nuevo. Su cara de felicidad y su emoción quedó grabada en nuestras cabezas. Fue hermoso.
¿Qué uso le dan?
Lo usamos para viajes cortos hasta pueblos cercanos. Siempre que la gente lo ve queda encantada y pregunta cómo hicimos para tenerlo impecable. Muchas veces hasta piden fotos, sobre todo los nenes. Es una reliquia, estamos muy orgullosos de cómo quedó. Todo el esfuerzo valió la pena.