En el año 1982, a sus 23 años y casi sin proponérselo, comenzó a involucrarse en el negocio familiar. Su familia había adquirido la primera picadora de forraje que entró al país, una New Holland 1900 de cuatro surcos, la cual utilizaban para silaje. Fue en ese momento cuando comenzó a trabajar como contratista en campos de amigos. “En 1989 me quedé con esa picadora, y en el año 1990 compré otra usada, también de la firma. Ahí fue cuando me asocié a mi hermano Gustavo y formamos la empresa Duckas SRL”, explicó Patricio. Es así que en el año 1997 llegaron a tener cinco picadoras de New Holland, “entendemos que poseen una línea muy completa de pasturas, y es una marca en la que confiamos. Compartimos los valores ya que priorizamos la durabilidad de los equipos”, aseguró.
Con más de treinta años de trayectoria, Patricio piensa en transmitirle la pasión por la actividad a su hijo Martín, que comenzó hace un par de años a acompañarlo. Esta fue la principal causa de la decisión de la compra del T9: “Me pareció muy interesante probar el tractor más potente que hay en Argentina, para poder diferenciarnos en cuanto a la compactación y al resultado en los silos que hacemos. El T9 es un elemento sumamente importante para marcar la diferencia”, afirmó.
Patricio adquirió este equipo a través del concesionario Ferrero Tractores, modelo que eligió principalmente por su potencia y que piensa utilizarlo específicamente para topado de forrajes y compactación. El contratista comentó que planea cargar la mayor cantidad de peso que sea posible, para poder aprovechar al máximo el potencial de este modelo. “Va a estar con una hoja topadora que va a tener 6,60 m de ancho, extensible hidráulicamente”, concluyó.